Cierro los ojos
y con un sonriente suspiro
por la arena me dejo abrazar.
¡Qué siga girando el mundo,
que yo, necesito esta paz!
Tu susurro acaricia mi cara
tu murmullo me mece y me calma
al ritmo de tu vaivén
de esta nana acompasada
voy respirando tranquila
y van creciendo mis alas.
Aspiro tu aroma infinito
que me sabe a vida y sal
al primero y al origen
a los sueños sin final.
Siempre estás aquí
siempre para mí,
a un paso,
un suspiro,
un cierre de párpados.
Tú, mi paréntesis de paz
Amaia Villa
Foto: Petr Katrochvil
8 comentarios:
Qué hermosas letras! Dios bendiga a quien se las haga merecer...
El mar Alfredo, el mar, ese es mi parentesis de paz. Gracias por pasarte a compartirlo.
Amaia
Siento q llega a mi y q comparto contigo los momento cerca del mar
Gracias
A mi también el mar me puede. Me fascina.
Y gracias por las palabras que me dedicaste. La realidad es que es tan simple como lo describiste y tan complejo para mi entenderlo y actuar en consecuencia, aunque algunas cosas comencé a hacer para cambiar. Es que, el fracaso duele, se te hace herida que no cura nunca, y el pensar que hoy podés hacer mejor las cosas y no tenés chance es la sal que cae en la herida. Gracias por tus palabras nuevamente.
Gracias por pasarte por aquí y te entiendo de verdad lo que duele, pero date chance para seguir viviendo.
Un abrazo
Enhorabuena por tu blog. Me encanta la sencillez de tus palabras para temas tan universalmente grandes. Desde hoy tienes un nuevo seguidor incondicional.
¡Muchas gracias Mr M, hermosas palabras las que me diriges.
Amaia
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